Tecnología

May 8, 2024

La interoperabilidad como clave en la implementación de los vehículos autónomos

Si 2023 fue el año en el que los coches autónomos se convirtieron en una realidad tangible en varias ciudades de Estados Unidos y China, en 2024 se está consolidando esta tendencia con noticias como:

  • El gran paso de Mercedes al comenzar a vender en Estados Unidos coches autónomos equipados con un sistema de conducción autónoma de  nivel 3 
  • El anuncio de la presentación del nuevo robotaxi autónomo de Tesla, basándose en conocimientos de pruebas realizadas por empresas como Cruise, Zoox o Waymo. 
  • El lanzamiento de vehículos autónomos del propio Waymo a través de Uber Eats, para hacer envíos a domicilio en Phoenix, Arizona (Estados Unidos).
  • Baidu y Pony.ai han recibido permisos para ofrecer servicios de vehículos autónomos en el Aeropuerto Internacional de Daxing en Beijing, lo que convierte a Beijing en la primera capital del mundo en operar robotaxis que transportan pasajeros desde áreas urbanas hasta el aeropuerto.
  • El desarrollo de camiones autónomos en Estados Unidos también está avanzando de la fase de pruebas hacia la implementación diaria, con varios jugadores logrando hitos importantes en el segmento. Sin embargo, enfrentan desafíos legales y regulatorios, así como tensiones con grupos de la industria del transporte, mientras buscan demostrar su seguridad y viabilidad.

Todos estos proyectos prometen revolucionar la industria del transporte, desde el transporte de pasajeros y la movilidad inclusiva, hasta el de logística y mercancías. 

Pero, ¿cuáles son las tareas necesarias que deben abordarse para hacer realidad los AVs en nuestras carreteras y ciudades?

El reto: garantizar la interoperabilidad

Superar obstáculos regulatorios, las exhaustivas preocupaciones de seguridad o mejorar la infraestructura vial actual, son algunas de esas tareas. Pero en este artículo nos centraremos en una de ellas: la interoperabilidad.

Garantizar que los diferentes fabricantes de vehículos autónomos puedan comunicarse y operar sin problemas entre sí, y con los sistemas de transporte existentes, es crucial para crear una red de transporte público bien integrada y eficiente. 

Y es que, aunque estamos ante una de las revoluciones más importantes del sector en los últimos años, incrementar la accesibilidad al coche autónomo, así como la resto de los transportes, es una cuestión que debe primar, sobre todo, teniendo en cuenta que los desiertos de transporte público son cada vez más frecuentes en países desarrollados como Estados Unidos o la España vaciada. 

Para ello, los coches autónomos, como el resto de operadores, deben estar dispuestos a compartir sus datos con el proveedor que permita poner a disposición de los ciudadanos toda la oferta de transporte existente, así como tener su API disponible para desarrollar la planificación y reserva de viajes, precios y la propia interoperabilidad de los sistemas. 

Los coches autónomos bajo un modelo de Mobility as a Service (MaaS)

El fenómeno de integrar y conectar diferentes servicios de transporte en un solo lugar, generalmente una aplicación, es conocido como Mobility as a Service

Si se consigue que los vehículos autónomos puedan comunicarse y operar con otros sistemas de transporte bajo un modelo MaaS, como el transporte público y los servicios de ridesharing, se creará una experiencia de viaje más completa y conveniente para los usuarios. 

Esto significa que los pasajeros pueden planificar y realizar viajes sin problemas, combinando diferentes medios de transporte de manera eficiente para satisfacer sus necesidades de movilidad. De esta forma, no solo se resuelve el desafío de la accesibilidad al transporte al promover los viajes multimodales, sino también los impactos ambientales de los vehículos en carretera y la reducción de la congestión del tráfico. 

Los datos como forma de consolidar el proceso

Como hemos visto, tan importantes son los datos abiertos como que alguien integre esos servicios de transporte, los interprete y unifique correctamente. Una pieza que actúa de “concentrador” o “mapeador” y transforma y unifica diferentes proveedores de transporte, entre ellos los vehículos autónomos, en un único canal, teniendo como objetivo amplificar y visibilizar toda la oferta de transporte de una gran ciudad.

Por ese motivo, la capacidad de conectividad es clave para que los coches autónomos y el resto de operadores puedan transmitir datos en tiempo real. Unos datos que sirvan en los planes de planificación de ruta del usuario. 

Sin datos accionables que permitan tomar decisiones operativas y de planificación más óptimas, es difícil exigir grandes cambios o mejoras sustanciales en el proceso de adopción del vehículo autónomo. Y para ello, es necesario contar con una plataforma que no solo facilite esta conectividad, sino que transforme estos datos en inteligencia de negocio para una mejor asignación de recursos, optimizar flotas, predecir la demanda y mejorar la infraestructura de transporte. 

En Meep creemos que los coches autónomos son una de las tendencias que más están pisando fuerte en el sector de la movilidad. Y por ese motivo, seguimos trabajando para garantizar una experiencia de usuario unificada y segura en todo el ecosistema de transporte de la ciudad, promoviendo la interoperabilidad y la comodidad para todos.

Diego Ochoa
Marketing Manager